Los factores de riesgo son varios, sin embargo los cuidados que cada mujer debe tener con su cuerpo a lo largo de su vida y el autoexamen periódico son claves en la disminución de posibilidades de padecer esta enfermedad.
En el día a día de nuestra labor institucional somos testigos de la entrega y el compromiso de cientos de cuidadores que asumen este importante rol en el proceso de atención de cada paciente, por esto nace el programa “Me cuido para cuidarte”.
Cuidarnos en vida es una responsabilidad que debemos tener para aumentar las posibilidades de ser un donante apto.
La lactancia materna exclusiva y posteriormente una alimentación complementaria adecuada mejoran el adecuado crecimiento de los niños, disminuyen el riesgo de infecciones y mejoran el desarrollo neurológico. En el primer año de vida el cerebro tiene la mayor velocidad de crecimiento y la desnutrición puede tener secuelas anatómicas, funcionales y metabólicas.
El cuidado de la salud cardiovascular de los niños y niñas se empieza a determinar desde la programación metabólica que la madre realiza previo al embarazo, esto inicia con el seguimiento al índice de masa corporal (IMC) con el que inicia y gana durante la gestación, es decir que debe ser adecuado para no presentar sobrepeso o desnutrición. Complementar además ácido fólico, hierro y una alimentación rica en frutas y verduras ya que esto va ayudar al niño en el proceso de identificación de aquellos alimentos que luego al nacer le van o no a gustar.
El oído está compuesto por tres partes que permiten que podamos percibir las ondas sonoras que entran por el oído externo y siguen hasta el oído medio, donde hacen vibrar el tímpano. Las vibraciones se transmiten a través de tres huesos diminutos llamados osículos, de allí estas viajan hacia el oído interno, un órgano curvilíneo con forma de serpiente que transmite los impulsos nerviosos hasta el cerebro el cual los identifica como sonidos.
Una parte del oído interno también controla el equilibrio, es conocida como laberinto, se compone de tres canales semicirculares dispuestos de acuerdo con los tres planos del espacio y en ángulo recto. En cada canal fluye un líquido llamado la endolinfa, que cuando la cabeza se mueve esta lo hace empujando a los cilios de las células que recubren el canal y transmiten el movimiento a las fibras nerviosas que llevan la señal al cerebro. E
El cerebro es un órgano complejo, está dentro de la cavidad craneal, flota en un líquido cefalorraquídeo que baña no solo el encéfalo sino también la médula espinal, cumple funciones protectoras y es el encargado de dirigir el sistema nervioso.
Nuestro cerebro debe ser entrenado y ejercitado como un músculo no para evitar que se atrofie, sino con el propósito de generar conexiones entre las millones de neuronas que interconectadas mediante axones y dendritas permiten regular todas las funciones del cuerpo y la mente. De allí que cuidarlo es indispensable, a continuación algunos ejercicios mentales y físicos que le ayudarán a para mantener este órgano saludable:
Comer sin prisas y tomándose el tiempo para disfrutar de este momento del día es más importante de lo que pensamos. Hoy en día es muy frecuente los distractores que entorpecen el acto de comer y lo convierten en una experiencia que pasa desapercibida.
Es una deliciosa opción para acompañar las onces de la tarde en esas reuniones familiares donde buscamos recetas prácticas y diferentes.
*Para 30 porciones
¿Cómo se debe hacer la transición a una dieta vegana cuando antes se consumía alimentos de origen animal?
Cuando la persona quiere pasar a una dieta vegana no debe hacerlo de forma radical sino de progresiva, esto para garantizar que no sufra un déficit en especial un desplome nutricional. Se recomienda que antes de iniciar ese cambio la persona asista a consulta con un profesional de nutrición para que este le indique cómo puede hacer esta dieta, cuáles serán los alimentos que se podrán restringir inicialmente y los que se harán después, de manera que lleve un control de su progreso.